El Selenio es un mineral con muchas propiedades beneficiosas, pero es muy conocido como antioxidante ya que protege las células de los radicales libres.
El Selenio es un gran antioxidante que, al proteger las células de los “radicales libres”, interviene manteniendo la salud celular y evitando su degeneración.
Por ello puede ayudarnos ante muchísimas enfermedades:
Su efecto positivo sobre el sistema inmune y el hecho de que mejore, en algunos pacientes, los efectos colaterales de la quimioterapia hacen que muchos profesionales la recomienden en casos de Cáncer.
Contrarresta, en parte, la toxicidad de metales pesados presentes en el medio ambiente por la contaminación como el cadmio, mercurio y arsénico.
Es un oligoelemento que importante en la fertilidad masculina ya que interviene en la formación y movilidad de los espermatozoides.
Protege nuestro sistema cardiovascular ya que su déficit puede favorecer las trombosis.
Interviene en la síntesis de las prostaglandinas y en la producción de anticuerpos. Podría ser útil, pues, en enfermedades degenerativas con procesos inflamatorios como en la artritis.
En problemas de piel como falta de elasticidad, manchas de la edad, psoriasis, caspa, seborrea capilar y en cualquier síntoma de la piel que implique un envejecimiento prematuro.
En problema de degeneración macular, cataratas, etc.
Fuentes naturales de Selenio
La cocción reduce el contenido en los alimentos mientras que la vitamina C favorece su absorción. Así pues recomendamos tomar alimentos ricos en Selenio como el brécol, repollo, apio, ajo, cereales integrales, levadura de cerveza, champiñones, cebollas, frutos secos, etc. y tomar como postre frutas ricas en vitamina C como la fresa, kiwis, naranjas, etc.
Los alimentos refinados pueden contener hasta un 60% menos de Selenio que los integrales. La riqueza en Selenio del suelo en donde sean cultivados también repercutirá, evidentemente, en su contenido.