El aguacate es uno de los alimentos más ricos de nuestra dieta, incluirlo en tus platos no sólo les da un sabor especial, sino que además le brinda diferentes beneficios a tu salud.
Los aguacates son una gran fuente de luteína, un carotenoide que funciona como antioxidante, y zeaxantina, que ayudan a proteger los ojos contra diversas enfermedades, como las cataratas y la degeneración macular.
El aceite de aguacate puede combatir los radicales libres que son dañinos y están vinculados al envejecimiento prematuro de la piel.
El aguacate contiene mucho potasio (14% de la dosis recomendada en 100 gr); varios estudios muestran que un alto consumo de este mineral está vinculado a la reducción de la presión arterial, un factor de riesgo para ataques al corazón.
Debido a que ralentizan la digestión y ayudan a impedir los picos de azúcar en la sangre después de comer. Una dieta alta en grasas “buenas” puede también auxiliar a revertir la resistencia a la insulina, lo que a largo plazo se convierte en niveles de glucosa estables.
Gracias a su alto contenido de ácido oleico y antioxidantes, comer aguacates en tus platillos ayuda a reducir el daño renal asociado con la diabetes, al igual que los efectos perjudiciales para el hígado diabético.