Perder peso puede resultar un poco más complicado para algunas personas.¡Lamentarse no sirve de nada! Mejor invierte tus energías en estos objetivos.
Olvídate de la balanza
Regálala o ponla entre las cosas que no usas en el garaje. Y es que no hay nada peor que pesarse todos los días.
¿La razón? El peso depende de muchos factores (la retención de líquidos, la hora del día en la que te pesas...) y tiende a ser bastante fluctuante. Por este motivo, subirte a la balanza todos los días no representa la mejor opción que podrías tomar.
Más frutas y verduras, y menos comida chatarra
La comida chatarra será uno de los mayores obstáculos para disfrutar de un peso más saludable. Deja de darle tanta importancia a esa bolsa de doritos o a esas galletitas dulces y decídete a explorar otros horizontes gastronómicos, que sean más frescos y naturales.
Muévete
No tienes que matarte todos los días en el gimnasio, con pequeños cambios lograrás grandes resultados. Cuando tomes el bus, bájate una parada antes de llegar a tu destino, elige siempre las escaleras, procura mover las piernas cada al menos una hora, si debes permanecer mucho tiempo sentada en el trabajo.
Cuando llegues a casa, no te hundas en el sofá a olvidar tus penas con la telenovela de la tarde. En su lugar, ¡haz algo por ti! Sal a pasear a tu perro, camina con tu pareja, ponte a bailar para descargar el estrés.
¡Adiós, frituras!
La comida frita solo le aporta grasas a nuestro organismo.
Por tanto, opta por cocinar los mismos alimentos al horno o asados: serán mucho más saludables, pero además, mucho más sabrosos.